domingo, 28 de julio de 2013

Fan Fiction Forbidden.

Maya.
-¡Necesito verlo! Por favor, ustedes no entienden. Yo lo amo, dejen que hable con él- grito con lágrimas en mis ojos. Sé que debo parecer una lunática, pero esta situación está más haya de mi control. O el de Lochan. Recuerdo cada palabra de su plan que debería seguir en este momento. "Yo te forcé" pero ¿Cómo podría mentir sobre nuestro amor? ¿Cómo podría ensuciar lo único tan puro que conseguí en mi vida? No, no puedo, perdón Lochie.
-Tranquila, no creo que sepas lo que dices niña. Tu hermano no podrá hacerte daño nunca más, no tienes por qué fingir. Sólo dinos lo que sucedió y este mal trago se acaba, te lo prometo. Te cuidaremos- me dice el oficial que me tiene en un cuarto frío para interrogarme. ¿Cómo pueden pensar que Lochan me haría daño? Él nunca me lastimaría, sé muy bien que cuando me abofeteó fue solo para aparentar, para cargar con la culpa, para cuidarme y cuidarnos a todos, porque eso es lo que hace Lochie. Cuidarnos no importa el costo.
Yo tengo que cuidarlo ahora.
-¡NO! Él nunca me lastimó, él me ama y yo lo amo a él. Por favor tiene que comprender que todo fue...- un profundo dolor me recorre el pecho cuando pienso en la palabra. Con solo decirla significará la prisión, Servicios Sociales, hogares adoptivos. Pero no, Lochie no cargará con todo el peso de esta situación como lo ha hecho siempre en la familia, sé que no me perdonará por esto, pero la palabra sale de mi boca tan rápido que no me doy cuenta que la he dicho-, consentido. Todo fue consentido, él nunca me forzó a nada.
La cara del detective duda por un momento y yo rompo en llanto. Necesito verlo, necesito ver a mi hermano, mi alma gemela, mi amor. Lochie…
-¿Estas segura de lo que estás diciendo? Es algo muy grave esto.
-Segura- digo sin pensarlo. Los niños encontrarán otras familias, nos separaremos, los perderé. Perderé a Lochie. Pero esto es lo correcto. Pelearé por nuestro amor como él lo hace. Solo espero que los traten bien, que sean enviados a hogares donde puedan ser lo que son. Niños. Sin preocupaciones, sin madres borrachas, sin padres en Australia, sin hermanos en prisión. El último pensamiento me llena los ojos de lágrimas nuevamente.
-¿Podrías firmar una declaración donde quede certificado que todo fue consentido?
-Sí- digo derrotada sollozando. Y lo siguiente que hago es firmar ese inútil papel. El detective se va dejándome gritando por ver a Lochie. Me ignora por completo respondiendo que no es posible. Lo peor es que sé que está aquí en el mismo lugar, siendo interrogado como yo, siendo tratado como un violador. Un abusador que lastimó a su hermanita menor e inocente. Que lejos está de la verdad lo que ven todos. Nuestro único crimen es amar diferente que ellos.
Pasan unas horas hasta que vuelve entrar el detective tan tenso que me preocupa de solo verlo. ¿Ya me llevarán a prisión? ¿No podré despedirme de los niños? ¿De Lochie?
-Algo ha sucedido- dice pálido, como si estuviera buscando las palabras correctas-.Con tú hermano.
Y de repente me encuentro agarrando con fuerza mi pulsera que Lochie me regaló para Navidad. Lo siguiente que se es que estoy rota. Me rompí por siempre.
Mi lochie…

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