PRIMERA PARTE
LA VISIÓN.
1
Me miro al espejo y mi otro yo imita cada uno de mis
movimientos, en mi lucha por recogerme
mis rulos de un negro profundo en una colita, sin mucho éxito. Es mi
cumpleaños número dieciocho, bueno técnicamente lo será a medianoche, y gracias a Amy saldremos a un lugar sorpresa
que ella eligió para celebrar. Fabián no quiso decir ni una palabra al respecto
cuando lo presione para que confesara los planes siniestros de su hermana.
Amy, Fabián y
yo vamos a la secundaría High Green, este es nuestro último año, eso significa
que pronto nos separaremos en distintas direcciones. No digo que no esté
emocionada por mi vida como universitaria pero saber que no estaré con ellos a
cada momento me deja un sabor amargo en la boca. En especial por Fabián. Me
sorprendo a mí misma pensando eso. Es uno de mis mejores amigos, y sin
mencionar que es el hermano de Amy, pero últimamente las miradas que antes
duraban segundos, ahora se prolongan más de lo debido. ¿Por qué?
Mi teléfono móvil en vibrador rompe la maraña de
pensamientos que se formó dentro de mi cabeza. No puedo sentirme más aliviada,
pensar en Fabián de esta forma resulta extraño, hasta que veo el nombre de la
persona que me está llamando.
- Al, mi cumpleañera preferida. Estamos yendo a
buscarte. ¿Estas lista?- Es Amy, y eso sólo me provoca una punzada de culpa por
estar pensando en su hermano como algo más. ¿Qué pensaría ella?
- Lo estaría si me dijeran a donde iremos. ¿Cómo te
vistes para ir a un lugar si no sabes ni siquiera a dónde iras? -
- Estaré en cinco minutos en tu puerta, te diré mi
opinión sin filtros, sabes como soy yo. Ve cómoda y ¡No te preocupes la vamos a
pasar fenomenal!
- Tengo miedo de lo que consideres fenomenal-. Y era
cierto, si algo no es Amy, es predecible. El año pasado, luego de la negativa
del director ante su petición de la anulación de uniformes, mi poco-predecible
amiga, concurrió una semana entera al colegio con su pollera y camisa teñidas
de rosa como protesta contra la regla que dictamina que seamos todos iguales. Incluso
las medias eran de un fucsia potente. GreenPeace
estaría contento de tenerla entre sus integrantes para realizar intervenciones
creativas.
- No seas aguafiestas, ya bastante que viene Fabián...
¡AU! No me golpees, ojos en el camino, o nos harás chocar hermanito. Si Caleb
no nos mata antes ya estamos por llegar, espero no tener que subir a hacer que
te cambies eh, quiero verte sexy, tal vez consigas un chico a donde vayamos,
tal vez hasta... ¡AY! ¿Otra vez Fabián? ¿Y ahora que dije?
¿Sexy? Llevo puestas mis Nike, un vaquero azul y una
camisola que me trajo mi abuela de Venecia, Italia. Tengo el cabello recogido
como consecuencia de la rebeldía de mis rulos y en el cuello descansa el collar
que me regalo mi madre desde que tengo uso de razón. Estoy más para una salida al cine que para
una de las sorpresas de Amy. Debería cambiarme...
Pero antes que el pensamiento se transforme en acción, el timbre se me adelanta
remarcándome que ya no tengo tiempo. Me siento como si estuviera en el medio de
un examen y el profesor reclama mi hoja, la cual está totalmente vacía.
Suspiro, y bajo las escaleras de a dos escalones antes de que mi madre atienda.
Al abrir la puerta y ver a mi mejor amiga compruebo que mi vestimenta no podía
estar más lejos de la palabra Sexy.
-Dijiste que vaya cómoda-. Me adelanto antes de que
empiece a regañarme. Amy estaba tan llamativa como siempre, con un vestido
bordo de pana con unas mangas tres cuarto que la estilizaban. En los pies
llevaba unas plataformas negras que se burlaban, desde la puerta, de mis Nike.
Su pelo estaba recogido de una forma tan elegante que me hizo sentir que recién
me levantaba y salía con la almohada abajo del brazo. Definitivamente no vamos
al cine.
-¡Y te dije sexy también!-. Chilla como si fuera una catástrofe
mundial y se aferra a mi brazo mientras me lleva en dirección a las escaleras.-
¡Hola señora Bloom, chau señora Bloom!- La imagen de mi madre riéndose de
nosotras aparece en mi campo visual. Mamá trata a Amy como una hija más, creo
que no es de extrañarse puesto que vivimos juntas prácticamente. Cuando
teníamos siete años decidimos escaparnos para encontrar el país de Nunca jamás, y nunca
jamás lo encontramos. Corrimos dos calles hasta el parque cerca de mi casa y
pasamos toda la tarde en busca de Campanita y Peter Pan, hasta que el sol se
escondió. Nuestras madres estaban tan enfadadas que se negaron por una semana
en llevarnos a jugar al parque otra vez. Cuando llegué a casa mamá en vez de
seguir gritando todas las cosas que me podría haber pasado me abrazo tan fuerte
que casi me deja sin aire, sus rulos color chocolate me hacían cosquillas en la
cara y cuando me alejó dijo algo que nunca comprendí. "Gracias a dios
tenías el collar" Creo que lo dijo más para ella misma que para mí, pero algo
me llamó la atención de su comentario y hasta hoy lo recuerdo.
-Amy si me dijeras a donde voy me podría arreglar
mejor-. Miento, usaría esto de todas formas.
-Es tu cumpleaños y tienes que estar divina ¿y
te pones unas Nike? Gracias a dios no te pusiste una campera GAP también o
estarías igual que la profesora de Educación Física-. Técnicamente no es mi
cumpleaños hasta las doce, pero decirlo era inútil. Antes que pudiera pensar
otra cosa vi volar mi rompa por los aires seguidas por las negativas de Amy.
Estaba a punto de decirle que se detuviera cuando se dio vuelta y me mostró un
vestido blanco con la parte de atrás más larga que la de adelante. Me había
olvidado de esa prenda. Mi abuela me la trajo de Venecia, uno de sus tantos
regalos que trae a casa cada vez que vuelve de
visitar a nuestra familia italiana. Es raro, pero yo nunca fui a
conocerlos, tal vez sea porque mi madre nunca quiere llevarme, y se muestra
reacia cuando quiero hablar de nuestros parientes. Lo cierto es que mi familia
son sólo mi madre, mi abuela y mi caballo, Xaloc. No
me interesan los árboles genealógicos.
-No sé por qué no usas estas cosas, son tan lindas. Y asegúrate de
delinearte esos ojos hermosos que tienes, empieza a usarlos Al. ¿Sabes los
hombres que conquistarías? Tú, tu madre y tu abuela tienen tanta suerte, la genética
está del lado de tu familia-. Lo dijo como si me estuviera explicando una
obviedad máxima. "Dos más dos es cuatro, ¿lo entiendes Alana?" Pero
lo que ella veía como algo hermoso, yo lo veía como una molestia biológica.
Tengo el iris color verde Jade, con unas manchitas en dorado alrededor de la
pupila que terminan de sentenciar la rareza de mis genes. La incomodidad se
hace presente cada vez que estoy con alguien que no sea Fabián o Amy, desde el
fondo de mi ser nacen unas ganas asesinas de gritarle a cualquiera "DEJA
DE MIRARME" No, no pienso maquillarme los ojos.
-Vístete, te espero en el auto con Fabián y apúrate o empezara todo
sin nosotros. ¡Ay no puedo creer que hoy cumplas dieciocho!-. Y salió de la
habitación saltando de alegría por haber ganado esta batalla.
Ahora mis piernas están al descubierto, el cuello del
vestido se desplaza hasta mi garganta cubriéndolo todo, aunque mis brazos están
expuestos ya que la prenda no tiene mangas. No tengo forma de que mi collar se
luzca, así que decido colgármelo por encima de la tela del vestido. No sé si
esta al último grito de la moda pero a donde voy yo, ahí va a estar mi piedra
de un azul extraordinario. Antes de irme me veo por última vez al espejo
satisfecha con el resultado. Las Nike se transformaron en unas sandalias
troyanas doradas que Amy se encargó de arrojarme antes de irse, con un bufido
ya que no tengo zapatos de tacón en mi armario, y mi cabello recogido ahora
descansa en mis hombros formando bucles rebeldes pero a juego con el vestido.
Es la mezcla perfecta entre sexy y misteriosa diría mi mejor amiga. Sólo algo
queda por hacer y sé que voy a arrepentirme de esto. Mis pupilas giran noventa
grados hacia la mesita de luz y más específicamente al delineador de ojos negro.
Hasta ahora me gustó mucho :)Tenés una muy buena técnica narrativa, y lograste que me dieran ganas de saber cómo sigue la historia jaja Tenés mucho talento, y se nota :D
ResponderEliminarGracias! es un simple borrador igualmente, pero voy a ver si lo mejoro y lo sigo :)
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